Descrição
Treating the Middle Ages presents a dilemma: which referential should be adopted when trying to approach this period of our history? Since its presumed end, the Middle Ages have been the object of many, often unfavorable, criticisms, carried out under the protection of great intellectuals of each era. For the humanists, the period offered nothing relevant; for the intellectuals of the 18th century, the Middle Ages, had nothing to contribute. It seemed that the hope that housed the rescue of local traditions and legends would provide, during the romanticism, a propitious environment to soften the attack against the Middle Ages; however, for most intellectuals, the idealization of the period diverted the focus and created a fantasy of knights, tournaments and high doses of courtesy. The revisionism of the 20th century considerably helped to rethink this historical distortion and tried to redeem, or, at least, reconcile the narration of historical events through the clearer vision offered by the study of daily life, the mentalities in the configuration of the medieval imagery. It is up to the current century to go on and rethink the information about this period, through theoretical lines such as New Medievalism and its multidisciplinary proposals. A new century for a new medieval imagery. This paper aims to contribute for the discussion by treating four aspects that have allowed to see a possible new imagery revealed between the lines of history and the literary creation: utopia, courtly love, the female image and the chivalric ideal.
||El tratamiento de la Edad Media, ya sea desde el aspecto histórico o desde el campo de la literatura, presenta un problema importante que nos lleva, al mismo tiempo, a un dilema: ¿cuál es el marco que debemos adoptar al tratar de abordar este período de nuestra historia? Desde su supuesta finalización, el medievo ha sido objeto de muchas críticas y muchas reelaboraciones, en la mayoría de los casos bastante desfavorables. Todo este aparato crítico, la mayoría de las veces, como veremos a continuación, con el apoyo de grandes intelectuales, de voces reconocidas de cada época desde que se declaró este fatídico final de ese período. Todos ellos ayudaron a establecer una imagen alterada de este tiempo "oscuro", un hecho que terminó dificultando el reconocimiento de lo que realmente fue la Edad Media. Si para los humanistas, iniciadores de este imaginario, el período, según Francis Bacon, no produce nada relevante, para os ilustrados del siglo de la razón, o medievo, sometido a los caprichos de una iglesia intolerante y poco apta para aceptar convicciones externas a la suyos, tenía poco o nada que aportar. La esperanza que albergaba el rescate de las tradiciones y leyendas locales hacía parecer que el Romanticismo proporcionaría un ambiente adecuado para amenizar el acoso continuo contra la Edad Media, ya en ese momento cargada de adjetivos negativos, pero para la mayoría de los intelectuales, la idealización del período y no el rigor histórico desvió nuevamente el foco y creó una fantasía de caballeros, torneos con altas dosis de cortesía que revelaron muy poco del verdadero sentimiento de la Edad Media. El siglo XX con su revisionismo crítico ayudó considerablemente a repensar, al menos desde la academia, esta distorsión histórica y unos y otros intentaron redimir o al menos reconciliar la narración de hechos históricos a través de la visión más clara que nos proporciona el estudio de la vida cotidiana, de las mentalidades en la configuración del imaginario medieval. Corresponderá al siglo actual continuar con lo ya iniciado y, poco a poco, repensar, a través de líneas teóricas como el Nuevo Medievalismo y su propuesta multidisciplinaria, el conocimiento sobre este período erróneamente llamado de tenebroso, oscurantista y de un gran atraso cultural. Un nuevo siglo para un nuevo imaginario medieval. Este trabajo, en su humildad, tiene la intención de hacer su contribución particular en esta tarea monumental que tenemos por delante.||Tratar a Idade Média apresenta um dilema: qual é o referencial que devemos adotar na hora de tentar nos aproximar deste período da nossa história? Desde a sua presumida finalização, o medievo foi objeto de muitas críticas, principalmente desfavoráveis. Apreciações, na maioria das vezes, com o amparo de grandes intelectuais de cada época. Para os humanistas, o período nada produz de relevante; para os ilustrados do século XVIII, o medievo pouco ou nada tinha a aportar. A esperança que abrigava o resgate das tradições parecia que propiciariam, no romantismo, um ambiente adequado para amenizar o ataque contra o medievo. Porém, para a maioria dos intelectuais, a idealização do período desviou o foco e criou uma fantasia de cavaleiros, torneios e alta dose de cortesia. O século XX, com o seu revisionismo, ajudou muito na hora de repensar esta desvirtuação histórica e se tentou redimir, ou, pelo menos, conciliar, a narração dos fatos históricos através da visão mais nítida que nos proporciona o estudo do cotidiano, das mentalidades na configuração do imaginário medieval. Competirá ao século atual pensar, através de linhas teóricas como o Novo Medievalismo e sua proposta multidisciplinar, os conhecimentos sobre o medievo. Um novo século para um novo imaginário medieval. Este trabalho pretende dar a sua contribuição e, para isso, trataremos quatro aspectos que nos permitiram enxergar um possível novo imaginário revelado nas entrelinhas da história e da criação literária: a utopia, o amor cortês, a imagem da mulher e o ideal cavalheiresco.
