Descrição
Con la aparición del Facundo, de Domingo Faustino Sarmiento, y del binomio civilización-barbarie, se instaló entre los intelectuales argentinos una forma de representación estática de la realidad. La detención del complejo social en un díptico con reminiscencias al retablo de Issenheim retrataba la sociedad argentina en un cuadro de interesantes características pero que, justamente por lo atractivo de las mismas, escondía el hecho de que se trataba de una mirada posible, entre otras varias. La intensidad de los colores, especialmente el rojo con que Sarmiento pintó la sangre de los enfrentamientos, se instaló en forma definitiva, verdad última. Quedaron así determinadas las formas a partir de la cuales, después de Facundo, los argentinos interpretaríamos nuestra realidad. El alcance de estas descripciones trascendió el mero campo descriptivo, sea este histórico, político o social, para erigirse en modelo epistemológico. De esta manera, la división binaria que comenzó con el biseccionismo de Sarmiento, llegó hasta nuestros días ya no sólo como una descripción histórica, sino como "la" forma de interpretación de la realidad. Localizar el origen y el desarrollo de este modelo biseccionista muestra dos cosas: uno, que aún hoy, para los argentinos, la argentina es un país divido; y, dos, que esta división es asumida como originaria y nunca fue puesta en duda.